Mandy es una muñeca antigua que se hizo en Alemania entre los años 1910 y 1920. Fue donada al Museo Quesnel en 1991.
Su dueña la entregó al museo después de extraños incidentes. El dueño escuchaba llantos de un bebé que provenían desde el sótano.
Cuando fue a mirar a su alrededor, no había nadie solo una ventana abierta. Después de que Mandy fue entregada al museo, el llanto se detuvo.
Pero cosas extrañas comenzaron a sucederles a los miembros del personal del Museo Quesnel.
Los almuerzos desaparecían y se encontraban dentro de algún cajón. Otros objetos desaparecían. Mientras que algunos aparecían otros nunca fueron encontrados.
Además, el guardia de seguridad escuchaba pasos cuando nadie más estaba allí. Mandy no tenía lugar permanente, pues siempre cambiaba de lugar.
Su lugar era frente a la entrada para que los visitantes pudieran verla. Más tarde, ella misma se puso dentro de un estuche en una parte diferente del museo.
Se rumoreaba que no podía estar cerca de ninguna otra muñeca porque ella les haría daño.
El personal un día encontraron papeles por toda la habitación donde ella se encontraba, pero no había nadie más, solo Mandy sentada en medio de las hojas.
Por otra parte, se sabe que ella “juega” con cosas eléctricas que termina descomponiéndolas o incluso rompiéndolas. La gente a afirmado sentirse incómoda a su alrededor.
Algunos dicen que sus ojos siguen a las personas que van pasando por la habitación y a veces mueve la cabeza siguiéndolos con la mirada.
Mandy lleva con ella un pequeño juguete de cordero con ella, así que no estaba sola. Un día el cordero fue encontrado tirado lejos de Mandy, nadie lo había movido del lugar ya que el museo se encontraba cerrado y nadie dentro de él.
La gente ha escuchado tocar la caja de cristal donde a veces guardan a Mandy, en una ocasión uno de los del personal fue a investigar y la encontró con la mano contra el cristal como si quisiese abrir la caja. Mandy nunca ha hecho nada siniestro ni malvado.
Ella solo quiere atención y actúa cuando pasa desapercibida. los investigadores paranormales dicen que ella es el espíritu de un niña que vive en la muñeca.
Nadie sabe con certeza cómo Mandy fue poseída en primer lugar. Pero hay una leyenda.
La historia es que una niña quedó atrapada en el sótano con la muñeca. Ella murió y su espíritu quedó atrapado dentro de la muñeca. Años después de esto, la muñeca fue encontrada en el sótano y se escuchó el sonido de un niño llorando. La muñeca lloraba lágrimas de sangre.
No hay evidencia de que la historia sea cierta. Pero la gente todavía va al Museo de Quensel, esperando ver a Mandy actuar. Mandy solo necesita amor y cuidado.
Si la leyenda es verdadera, entonces debe ser un espíritu triste.