Tiene 83 años y acaba de ser padre: “Quiero vivir hasta los 105 para verlo graduado”

Con toda una vida dedicada a mejorar la salud de su país, el médico argentino Alberto Cormillot decidió darse la oportunidad de volver a experimentar la paternidad y hace poco le dio la bienvenida al mundo a su hijo con una mujer 48 años menor que él.

A sus 83 años y a pesar de las críticas o que ya es considerado alguien de la tercera edad, el médico nutricionista nacido el 31 de agosto de 1938 en Buenos Aires quiso formar una nueva familia.

Su extensa trayectoria lo avala como uno de los nutricionistas más famosos del país, su experiencia ayudó a miles de personas con enfermedades o trastornos alimenticios y sus instituciones están dedicadas al tratamiento de la obesidad.

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En 2019, anunció que se iba a casar con Estefanía Paquiani, también nutricionista y menor que él por 48 años. “Queremos hacerlo y nos pareció una buena idea, que a algunos les puede gustar y a otros no, pero es un tema que nosotros decidimos”, comentó.

Como era de esperarse, la familia de Estefanía no apoyó su relación con un hombre tan mayor. “Ella (su madre) asociaba que alguien joven estaría con alguien grande por el dinero. No le entraba en la cabeza que yo nada más quería alguien que me quisiera. Mi papá llegó a decirme que no fuera más a la casa […]. Tardaron más de un año en conocerlo”, confesó Pasquini.

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Al final todos terminaron por aceptarlo y ahora ya están juntos. Cabe destacar, que Alberto ya es padre de Adrián y Reneé, de hecho, el nuevo matrimonio nunca descartó la posibilidad de agrandar la familia ya que Estefanía se mostraba ilusionada ante la idea de ser madre.

Poco después, ambos anunciaron la noticia de la dulce espera y los comentarios prejuiciosos no tardaron en llegar. A pesar de las críticas, la parejas se mantuvo fuerte y disfrutaron de su embarazo.

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Aunque la cuestión de la edad es algo que los va a separar en algún momento, ellos parecen estar hechos a la idea y abordan el tema con tranquilidad.

“No dicen nada que yo no sepa, ni que Alberto no sepa, ni que no hayamos hablado […]. Lo hablé con mis amigos y me dijeron ’Sí, va a pasar, vas a tener un niño y el día de mañana no va a estar él, por cuestiones lógicas de la vida […]. Y cuando él ya no esté, vamos a estar todos nosotros para sacarte adelante’”, confesó.

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El 17 de diciembre de 2021, la familia recibió al pequeño Emilio, quien nació en perfectas condiciones. Cormillot, rápidamente se dio cuenta que ser padre a los 83 años y en pleno siglo XXI era muy diferente a cuando lo fue hace 50 años.

“Ya mucho no me acuerdo de lo que es la experiencia. Ayer fuimos a ver carriolas, entonces hicimos un curso de carriolas. Ni existían estas, antes eran mucho más primitivas […]. Antes estaban los pañales de tela que se lavaban y se cambiaban, y hoy es totalmente distinto”, comentó.

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Sobre la relación de sus hijos con su nuevo hermano también habló: “Mi hijo dijo que va a tener a alguien con quien patear balones, y tener un hermano varón es una cosa que le va a gustar. Y Reneé, como hija mujer, está ambivalente. Por un lado está contenta y por otro le cuesta”.

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Alberto ha demostrado a través de sus redes sociales que la edad para él representa solo un número y se mantiene muy activo en diferentes actividades como la danza aérea o el tap que le permiten mantenerse sano.

“Tuve cáncer dos veces, que es una enfermedad asociada con las personas mayores, y en las radiografías se ve que mis rodillas están hechas polvo, igual que los hombros y la columna. En total, acumulé más de treinta lesiones. Pareciera que hay una contradicción entre mi historia clínica y mi vida, porque me ves y te das cuenta de que hago las mismas cosas que hice siempre”, dijo.

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Si bien parece casi imposible estar con su pequeño Emilio hasta que sea un adulto, el doctor desea por lo menos ver a su hijo graduado. “No voy a poder estar como puede estar un joven de 30, eso es seguro, pero estaré con lo que pueda estar”, afirmó ante su realidad, y agregó que le dejó un regalo muy especial para cuando Emilio sea más grande.

Mientras tanto y para mostrarle su amor, le envía mensajes o graba cuentos siempre que puede para que su bebé sepa lo mucho que significa para él.

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