Hay algunos signos claros de posesión de los que debes estar enterado. Cuando el demonio tome el control de su anfitrión, habrá algunos comportamientos que surgirán que distinguirán la posesión de algo más como una enfermedad mental.
Comportamiento extraño:
La persona en cuestión comenzará a hacer un montón de cosas extrañas que normalmente nunca hacen. Tal vez comienzan a fumar o comienzan a hablar en un idioma diferente, incluso cuando no conocen nada del idioma. Comenzarán a actuar de una manera totalmente diferente a la normal.
Reacción negativa a la oración:
Este signo es uno de los más críticos e importantes ya que una persona poseída por un demonio se enfermará físicamente cuando un sacerdote o exorcista esté presente y esté recitando una oración. La persona poseída intentará detener las oraciones y puede arremeter contra el sacerdote, así que tenga cuidado.
Voz diferente:
Puede comenzar a hablar con una voz diferente, una que suena completamente diferente a su voz normal.
Personalidad diferente:
La personalidad puede cambiar abruptamente a medida que el demonio se apodera del cuerpo. Puede experimentar cambios bruscos de humor.
Nuevas habilidades:
Es posible que el poseso de repente tenga nuevas habilidades y dones que nunca tuvo antes, como ser hábil con ciertas herramientas u otras habilidades como bailar, cantar, matemáticas, etc.
Conocimiento sobrenatural:
Es posible que de alguna manera sepan cosas que solo son conocidas por unas pocas personas seleccionadas. A medida que el demonio posee su cuerpo, su mente comenzará a fusionarse con la del anfitrión y tendrán conocimiento de cosas de otro mundo.
Terrores nocturnos:
Los poderes del demonio se hacen más fuertes durante la noche cuando el anfitrión está dormido, por lo que pueden experimentar horribles sueños y terrores nocturnos. También pueden despertarse en medio de la noche y comenzar a actuar de manera extraña.
