En 1974, un edificio de 25 pisos en São Paulo, Brasil, se incendió y se llevó la vida de 189 personas, pero esto fue solo el gran final de una construcción de casi 400 años de antigüedad, uno que, según la leyenda, comenzó con las almas malditas de 13 colonos jesuitas y termina con la llegada de 13 santos.
Bienvenidos al edificio Joelma…
Solo el gran número de testigos de los eventos paranormales en el Edificio Joelma lo definen como un lugar excepcionalmente encantado, pero es la tierra en 225 Avenida 9 de Julho la que lleva una maldición mucho más aterradora que la misma construcción.
La maldición muy probablemente comenzó en 1554 con la Fundación de São Paulo cuando Vasco da Gama llegó con sus invasores portugueses. Los primeros en llegar a la tierra que ahora es São Paulo fue un grupo de doce sacerdotes y su monaguillo.
Este pequeño grupo estableció el primer colegio jesuita de la tierra que ahora esta maldita. La leyenda cuenta que la vida de estos trece primeros colonos fueron tomadas por la tribu local.
Pasaron los siglos, y en 225 Avenida 9 de Julho se había construido una casa donde Paul Campbell, un respetado profesor de química, vivía con su grande familia.
Un día, Paul llegó a casa, y terminó con las tempranas vidas de toda su familia. Enterró los cuerpos en un pozo en el patio trasero y luego se volvió contra él. Sólo doce personas se fueron de este mundo ese día, pero cuando un bombero se contagió de una infección de los cuerpos y falleció al día siguiente, se corrió la voz de que la maldición de los 13 estaba viva.
La casa permanecería abandonada durante los próximos veinticinco años, hasta que en 1972 se erigiera el Edificio Joelma en su lugar.
Los testigos de ese entonces hablarían de disturbios menores pero constantes en todo el edificio, muchos incluso afirmaron haber visto a la familia Campbell caminando juntos por los pasillos.
Solo dos años después, un incendio eléctrico se encendió en la unidad de aire acondicionado y todo el edificio se vio envuelto en llamas en 20 minutos. Cuando el fuego quedó bajo control, la tragedia había terminado con la vida de 189 personas.
Sin embargo, hubo trece fallecidos que fueron encontrados juntos en un elevador pero que nadie pudo identificar, era como si estas víctimas nunca hubieran existido…
Fueron enterrados en el cementerio de San Pedro, uno al lado del otro, y se les conoce como las “13 Almas”.
Los lugareños dicen que las enfermedades se desvanecen al pasar por las tumbas de los 13, y esos rumores han crecido tanto que la gente viaja desde todo Brasil para pedir que se concedieran sus milagros.
Aunque la iglesia nunca ha reconocido formalmente a los trece, los lugareños de São Paulo y muchos más de todo el país consideran que el sitio de entierro es un lugar sagrado donde los enfermos se curan y los deseos se hacen realidad.
En cuanto el edificio maldito, se dice que la actividad paranormal es muy alta en ese lugar… Ahora se le conoce como “La construcción del diablo”.