Un residente local de aspecto ordinario llegó a la estación de policía en Estkort, Sudáfrica, e inmediatamente declaró: “Estoy cansado de comer carne humana”.
Al principio, las autoridades pensaron que este hombre había fumado algo, pero en la bolsa que llevaba consigo tenía partes de un cuerpo humano.
Más tarde, resultó que este hombre era parte de la comunidad caníbal, y en su aldea casi un tercio de los habitantes probaban conscientemente carne humana.
Como informó el periódico local Estcourt News, cuando la policía registró la casa de este hombre, encontraron ocho oídos en una olla. Los restos olían terriblemente y ya habían comenzado a descomponerse.
Luego, este mismo hombre llevó a los uniformados a otra casa donde tuvieron lugar actos de canibalismo.
“Los pedazos humanos fueron encontrados en el mismo edificio en Estkort y en otra casa en Amangwa. Hasta ahora, entre los afectados hay una persona oficialmente en la lista y su identidad aún no se ha establecido “, dijo el portavoz de Sharmain Struvig.
Más tarde, se capturaron a cuatro caníbales y luego a tres más, entre los cuales había un curandero.
Resultó que no solo podían terminar con la vida personas, sino que también habían desenterrado restos de cementerios.
Un miembro del consejo local, Mtembeni Majola, reunió a los locales en el ayuntamiento para calmarlos. En cambio, se sorprendió al enterarse de que unas 300 personas de la multitud, es decir, una de tres personas, admitieron que al menos una vez en su vida habían probado la carne humana y lo hicieron conscientemente.
Después de eso, la mayoría de ellos señalaron al sanador local Nino Mbata, quien era el líder de los caníbales y les pidió a las personas que cavaran tumbas y comieran carne humana para “curarse”.
“Les dijo que desenterrar los cuerpos los haría más fuertes y los protegerían de los daños, y los huesos les traerían riqueza en el futuro”.
Después se supo Zanele Hlatshwayo fue una de las personas que fue comida por los canibales..
