“La Noria”, el cementerio más surrealista y espeluznante de América Latina

Lejos de la civilización, en los desiertos del norte de Chile, se encuentra un pequeño pueblo minero abandonado que se convertiría en un “pueblo fantasma”. Se ha informado que numerosas personas han viajado aquí solo para no ser vistas nunca más. 

A fines de 1800, La Noria era una ciudad minera en auge, pero después de una serie de crisis económicas, las minas se cerraron y la ciudad quedó desierta.

Los residentes de La Noria vivían en condiciones de trabajo terribles. Muchos trabajadores, incluidos los niños, perdieron sus vidas inesperadamente por accidentes y malas condiciones de vida. Fueron enterrados en un cementerio improvisado.

El cementerio de La Noria tiene la reputación de ser uno de los lugares más aterradores y surrealistas que jamás hayas visto. La mayoría de las tumbas poco profundas están abiertas. Lo que probablemente sea aún más perturbador es el hecho de que muchas de las tumbas han sido excavadas.

Puedes encontrarte con ataúdes abiertos y esqueletos parcialmente vestidos que se encuentran dentro y fuera de sus cajas.

Los locales de una ciudad vecina se niegan a entrar en La Noria, el cementerio o incluso las zonas circundantes. Algunos lugareños en realidad intentarán impedir físicamente que los turistas se aventuren en la ciudad por temor a su bienestar.

Es cuando se pone el sol que las cosas comienzan a ponerse realmente aterradoras. Los informes de actividad paranormal son comunes. Testigos han reportado haber escuchado voces, gritos, y/o pasos caminando hacia ellos. Otros han reportado haber visto apariciones y sombras por las calles.

Los chilenos también informaron haber visto a niños arrastrarse por las escuelas abandonadas en la noche. Testigos presenciales informaron que cuando el sol se pone, los espíritus se levantan de sus tumbas y comienzan a caminar hacia la ciudad. Eso explicaría las asombrosas apariciones caminando por las calles.

Quizás la razón por la que los espíritus se levantan de sus tumbas es porque su descanso ha sido perturbado por los ladrones de tumbas.

Si decides visitar La Noria por la noche, vale la pena señalar que la forma más cercana de civilización es una gasolinera que está a 20 millas de distancia.

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